Amor, amor.

Amor...
Una sola palabra que encierra las cosas más hermosas e inimaginables que el ser humano puede pensar.

Amor...
La palabra más poderosa entre las personas, capaz de frenar una guerra entre dos seres espiritualmente iguales. Tan poderosa que logra crear vínculos tan fuertes, más fuerte que la muerte.

Amor...
Es lo que hoy sentimos el uno por el otro, es lo que día a día sembramos en nuestros corazón, yo en ti y tú en mi.

Amor...
Es lo que eres para mi, eres el ser más especial con el que Dios me ha podido conectar.

Amor...
Es con lo que alimentas mi alma, mi mente y mi corazón. Es realmente sorprendente el tamaño de tu amor, pues es sin medida.

Amor...
¿Cómo comenzó todo, preguntan? la respuesta podría ser complicada si nos limitamos a contar desde el día en que hablamos, pues nuestra historia comienza mucho antes de conocernos.

Nuestra historia comienza en nuestra infancia, cuando poco a poco comenzamos a descubrir lo que realmente queríamos en nuestra pareja.

Por nuestra fe, por nuestra creencias, buscamos al que vive por los siglos de los siglos, lo buscamos para ponernos mutuamente en oración.

No sé con que palabras me ponías delante de nuestro Dios, pero yo si recuerdo con que palabras te ponía delante de Dios cuando oraba por la mujer que me acompañaría el resto de mis días.

Yo decía:
"Padre, en el nombre de Jesucristo pongo delante de ti a la mujer con la que quiero estar.
Señor, por favor guardara de todo mal, no permitas que nada, absolutamente nada le pase.

También, Señor, quiero decirte como quiero que sea... bueno la verdad físicamente no me importa mucho,lo único que quiero es que sea hermosa a mis ojos, que cuando yo la vea, vea que es maravillosa a mi gusto.

Y poco a poco fui añadiendo más detalles a mis oraciones, como lo es tu fragancia rebota por los delicados movimientos de tu cuerpo. Una fragancia fresca, elegante, perfecta. Una fragancia que me gusta sentir que provenga de una mujer, ahora no de cualquier mujer, sólo de ti.

El largo de tu cabello, un gusto en el que encuentro harto placer, un placer que no es comparado con nada de este mundo, ni siquiera con la fortuna económica que nos pueda dar la vida.

Lo espiritual no podía faltar en la mujer que me acompañará en mi camino, por eso le pedí que lo amé más a Él, a Dios, por sobre todas las cosas, pero que no tuviera temor en profesar lo que siente, que fuera siempre sincera conmigo, con sus sentimientos, y me lo hiciera saber.

El tiempo paso, mis oraciones juntamente con el y entre mas oraba más detalles agregaba. Hasta un obsequio muy especial pedí que viniera contigo, pero es tan especial ese obsequio que siempre creí que no lo iba a recibir, pues nunca creí, ni creo, ser merecedor de tan hermoso obsequio.

Dios se complació en darme tan hermosa añadidura para que te aprecie como a nadie en el mundo, para que tú seas de insuperable valor ante mis ojos.

Amor...
No puedo creer cuan maravilloso obsequio he recibido de parte del cielo, contigo.

Amor...
No tengo palabras para decirte lo invaluable que eres para mi, lo delicada y HERMOSA que eres para mi.

Amor...
Un día las palabra fluyeron de tus labios, un día esas palabras fueron de gran compromiso , son palabras hermosas para mi corazón, son tan hermosas que mi mente no las olvida y que mi cuerpo la ejecuta como protección para nuestra relación... Si no sabes en este momento de que hablo, por favor detén todo un momento y escucha en su totalidad la canción que se llama un regalo de Dios del grupo musical tercer cielo, entonces en tu mente recordaras que lo nuestro no es un juego para mi, pues es de gran valor.

Amor...
Sólo quiero recordarte que tú eres mi amor, que desde hace mucho tiempo ya te imaginaba así, como eres.

Amor...

TE AMO!!